Cabizbaja y vencida,
se entierra en el metro entre cuerpos extraños.
El olor del cuero logra despertarla,
despertarla entera, como nunca.
El aire se hace más denso y casi puede tocar la piel
del hombre que se sienta a su lado,
que lo cambia todo.
Llega con los acordes de otro,
pero es él, el único.
No hay comentarios:
Publicar un comentario